Jueves, 29 de mayo de 2014
El
ciervo es un animal errante y no tiene encames que visite con
asiduidad, es decir duermen donde creen conveniente, es un gran saltador, nadador, y suele revolcarse en el
barro con la intención de quitarse parásitos. Habita en bosques
caducifolios, mediterráneos y mixtos con amplios prados donde
pastar. La preferencia por un tipo de bosque u otro viene dada por
la cantidad de alimento que puedan conseguir a lo largo del año. Sus
hábitos son nocturnos y durante el día se dedica a descansar a
cubierto de sus enemigos. Normalmente, constituye manadas de machos
solos por una parte y hembras con su crías, por otra.
Con
la llegada del otoño comienza la Berrea en nuestras sierras
andaluzas. La Berrea es la época en la que los grandes machos de
ciervo se dejan ver en los claros del monte, pero sobre todo, se
dejan escuchar incansablemente, una acción que puede durar hasta
tres semanas. Durante este tiempo, el macho dominante sólo hará dos
cosas, aparearse cuantas veces pueda, tratando de cubrir al mayor
número de ciervas que pueda reunir y defender a muerte, si fuera
necesario a su manada de ciervas ("pepas").
En
su período de celo, para demostrar su casta, valía y supremacía,
luchan por ser el más fuerte, el más válido, para poseer el mayor
número de hembras, asegurarse descendencia y perpetuar así la
especie.
Tras
varios días de luchas agotadoras, los machos ganadores cubren a las
hembras de sus harenes. Después de ocho meses de gestación, darán
a luz en el mes de Mayo a una sola cría (raramente dos) denominada
cervatillo. Los cervatillos son miméticos y adoptan diversas
posturas con el objeto de pasar desapercibidos durante toda su época
infantil. Mamará durante unos cuatros meses y permanecerá junto a
la hembra hasta el siguiente parto.
Las
cuernas, protagonistas de las luchas en la Berrea, son una
característica propia de los cérvidos actuales, pues sus
antepasados más remotos carecían de la misma hasta el Plioceno, cuando aparecieron las cornamentas complejas y ramificadas que
conocemos en la actualidad.
La
consecución de estas astas es un extraño caso evolutivo, ya que los
ciervos la pierden y renuevan anualmente, lo que supone un tremendo
esfuerzo metabólico. El por qué una vez alcanzada esta magnífica
cuerna, el animal no la mantiene a lo largo de su vida, es un enigma
aún sin resolver y desde el punto de vista energético, constituye
un claro despilfarro, cosa poco habitual en el reino animal. A
últimos de Marzo, el ciervo sufre la pérdida de las astas o
“desmogue” y pocos días después, comienza a crecer la nueva
cuerna. Durante los cuatro o cinco meses de formación, tiene que
asimilar varios kilos de sales cálcicas y fosfóricas. Las cuernas
crecen recubiertas de una piel muy vascularizada y sedosa denominada
terciopelo o borra.
Desde mediados de septiembre hasta finales de octubre, podemos contemplar uno de los espectáculos más impresionantes de la naturaleza, la Berrea del ciervo en el Parque Natural El Berrocal. Esta actividad suele realizarse a primera hora de la mañana.
La visita se realiza con el acompañamiento de un guía, que nos acercará a las mejores zonas de observación. Se trata de una actividad realizada en plena naturaleza, lo que dificulta el acceso a personas con problemas de movilidad. La visita tiene una duración de 2,5 a 3 horas.
Si estás interesado en realizar esta actividad, contacta con nosotros: casadeoficios.viadelaplata@gmail.com
Desde mediados de septiembre hasta finales de octubre, podemos contemplar uno de los espectáculos más impresionantes de la naturaleza, la Berrea del ciervo en el Parque Natural El Berrocal. Esta actividad suele realizarse a primera hora de la mañana.
La visita se realiza con el acompañamiento de un guía, que nos acercará a las mejores zonas de observación. Se trata de una actividad realizada en plena naturaleza, lo que dificulta el acceso a personas con problemas de movilidad. La visita tiene una duración de 2,5 a 3 horas.
Si estás interesado en realizar esta actividad, contacta con nosotros: casadeoficios.viadelaplata@gmail.com
Documento elaborado por Marcos García Fernández